Funcionamiento de nuestros paneles de calefacción por infrarrojos
Inspiración en la naturaleza
Han sido los cálidos rayos del sol, los que han permitido la vida sobre nuestro planeta. Tanto el calor que sentimos bajo la luz del sol, como el que percibimos cuando nos situamos delante de una chimenea o de una estufa, es debido a la radiación infrarroja. Durante un día de invierno, el aire frío no nos molesta siempre que los rayos cálidos del sol nos alcancen directamente.
La radiación infrarroja vence la distancia entre el sol y la tierra casi sin pérdidas, y se convierte en calor una vez golpea la superficie. Al contrario que la radiación ultravioleta o la radiación de rayos X, el rango de longitud de onda de los rayos infrarrojos (onda larga:IR-C) tienen un impacto positivo en las personas.
Tecnología
Los calefactores infrarrojos I.R. Calor usan el principio de radiación solar, y proporcionan un calor agradable a cada estancia. La radiación de onda larga de infrarrojos (IR-C) se genera directamente gracias a una fibra de carbono desarrollada específicamente para este fin. Esta radiación no necesita el aire para transmitirse, pero permite que los objetos, paredes y techos la reciban. De esta manera, se almacena el calor y se emite uniformemente en la estancia. Así las paredes permanecen siempre cálidas y secas.
Efecto
El bienestar humano depende principalmente de la temperatura del aire y de las superficies circundantes (paredes, suelo y techo).Al ser las superficies las que se calientan debido al efecto de los calefactores infrarrojos I.R. Calor, la comodidad térmica se consigue a una temperatura ambiente inferior que con otros tipos de calefacción, con lo cual, es posible el ahorro energético, ya que el aire no necesita ser calentado.
Conclusión
Con los calefactores infrarrojos I.R. Calor se consigue un calor mucho más sano y barato que con los sistemas que calientan el aire.Las principales ventajas son las siguientes:
- Paredes secas que evitan la creación de bacterias, hongos y moho, producidas por la condensación.
- Mantienen la humedad adecuada.
- Evitan la circulación del polvo.
- Mejoran la circulación de la sangre.
- Mejoran el sistema inmunitario.
Temperatura perfecta
Con los calefactores infrarrojos I.R. Calor, es posible conseguir la temperatura deseada de acuerdo con sus necesidades individuales. Debido a sus diversas formas de colocación, usted tendrá la temperatura perfecta, permanentemente o sólo cuándo y dónde sea necesario.
El principio de funcionamiento de los sistemas de calefacción tradicionales
Los calefactores tradicionales se basan en el principio de convección. Estos calefactores hacen que el aire se caliente y ascienda arrastrando polvo y ácaros. Éste, se distribuye por la parte superior de la estancia, y de nuevo desciende cuando se enfría. El aire caliente absorbe la humedad de la estancia, la cual se condensa en las paredes frías y las humedece, dando lugar, a su vez, al riesgo de formación de moho y al crecimiento de bacterias. Esta circulación de aire frío/caliente da como resultado una distribución desigual de la temperatura de la estancia, lo cual, produce una sensación de "cabeza caliente y pies fríos". Los sistemas de calefacción tradicionales, resultan caros de comprar y de instalar, ya que requieren de un elaborado sistema de tuberías, y además se necesita un espacio adicional para el almacenaje del combustible. Debido a ello, reclaman mucho espacio físico.
El efecto I.R. Calor
Los calefactores tradicionales, principalmente, calientan el aire circundante, dando como resultado el movimiento del aire, que cuando se calienta, sube hasta el techo y el calor no se distribuye de manera uniforme.
Los calefactores infrarrojos de I.R. Calor distribuyen la radiación infrarroja de forma uniforme en la estancia y es absorbida por los objetos y paredes. Esto favorece la consecución de la temperatura perfecta.
